Solía acostar a mi hija a las 8 de la noche. Como no estaba tan cansada como para dormir, me quedaba con ella en la habitación fingiendo que estoy muy cansada e ignorando cualquier cosa que hiciera. Eso era: “Quiero ir al baño”, está bien; “Quiero agua”, está bien, puedes tomar agua; ella cantaba, me hacía muchas preguntas, hablaba de cualquier cosa, se cambiaba el pijama, cambiaba el extremo de la cama donde quería dormir, me pellizcaba y me arañaba, y eventualmente me molestaba y me iba. Eso era aproximadamente 1-2 h de largo. Estar calmada durante ese tiempo la hacía más agitada y eventualmente comenzaba a llorar y a toser y si la volvían a poner en la cama o la ignoraban se enfermaba vomitaba por toda la cama y lloraba histéricamente hasta que mamá volvía.
Mi solución: nos saltamos todo el drama de la hora de dormir y ella debería quedarse con la cabeza abajo en la almohada ya que estoy justo afuera de la puerta amamantando al recién nacido. No funciona si soy suave y agradable, ya que ella seguiría gritando, llorando y vomitando.
El baño antes de acostarse, leer historias, hablar del día anterior y del día siguiente también, correr y dejarla sin sentido y ayuda mucho. Honestamente creo que no puede controlarse y no puede evitar ser traviesa.