Una de las principales razones por las que a un recién nacido (¡especialmente a un recién nacido así!) le disgusta el cambio de pañales es el hecho de que están fríos. Muy fríos. Normalmente tienen esta agradable capa caliente sobre ellos que los mantiene calientes y acogedores, y se les está arrancando con nula atención a su… bueno, estoy seguro de que eso es lo que el recién nacido piensa, de todos modos.
Para evitar esto, puedes usar algunas estrategias para ayudar:
- Ropa que es más fácil de cambiar un pañal sin quitarlo completamente. A menudo, con una sola pieza sólo tienes que abrir la parte inferior (si es una de esas que se engancha en el medio de las piernas). Esto significa que el torso se mantiene caliente.
- Toalla o manta sobre el torso del recién nacido. Las piernas no se pueden evitar, pero el torso se puede mantener relativamente caliente incluso si la ropa está descascarada.
- Coloca la mesa de pañales en un área más cálida, o debajo de una lámpara caliente o algo que ayude a mantener las cosas tostadas. No debajo de un ventilador (¡a menos que sea un ventilador que ayude con el aire caliente!). No coloques un calentador justo ahí - eso es un peligro de incendio y peligro de bebé cantando/sobrecalentando - pero mira lo que puedes hacer.
Hay otras razones, pero por mi experiencia tienden a ser menos. Darles un tiempo de transición es una cosa útil que hay que intentar; algunas de las razones por las que están enfadados pueden ser que los hayas sacado de una cama feliz o de los brazos de mamá o lo que sea, y los hayas puesto en una almohadilla para pañales que en realidad no les importa mucho. Llévalos un poco si están en la cama o jugando (una vez que puedan jugar), y luego una vez que te subas a la mesa de pañales, juega un poco con ellos en la mesa. Distráelos. Ponemos un móvil sobre la mesa de los pañales (un móvil normal de cuna, justo encima de la mesa de los pañales). Haz que mami sostenga algo brillante mientras papi hace el cambio, o viceversa (¡quien sea más rápido y mejor en no gotear!). Ponga un espejo (de plástico) en el lado de la mesa donde está la cabeza del bebé; esto no ayudará a los 4 días pero sí más adelante.
En última instancia, acostumbrarse a ello, tanto para usted como para su bebé, es lo que más ayuda. El bebé aprenderá a estar bien con ello durante un año más o menos, y apreciará la atención extra (después de que se mueva, entonces será otra lucha, ¡lo siento!). Se acostumbrará más rápido y se acostumbrará más a lo que ayuda a distraer a su bebé.
* Todo esto supone que ha hecho lo posible para que la mesa de pañales sea cómoda. Debe tener una tapa dura como una almohada, ya sea como parte de la mesa o (preferiblemente) un cojín para cambiar pañales separado, que sea bastante cómodo (y que tenga su propia cubierta desmontable y lavable). No debe haber una luz brillante (o sol) donde pueda entrar en sus ojos. El cinturón de seguridad es imprescindible.